AUSCHWITZ. NO HACE MUCHO. NO MUY
LEJOS.
El pasado 23 de noviembre estuve
visitando la Exposición de Auschwitz, la cual se encuentra en el Centro de
Exposiciones Arte Canal de Madrid. El precio de la entrada, con Audioguía
individual, es de 8´50€ presentando el carnet de estudiante. La duración recomendada de la visita es de entre 2 y 3 horas. Reconozco
que es muy dura, y que salí llorando de allí, pero es una exposición que
recomiendo a todo el mundo. Creo que lo que más me dolió ver fueron los videos
de los supervivientes dando sus testimonios, hablando de cómo les separaron de
sus padres, de la dura situación que vivieron, del dolor que sienten cada vez
que lo recuerdan…
Auschwitz fue el mayor y más letal de
los campos de concentración y exterminio nazis alemanes. Tras sus alambradas, mas de 1.100.000 personas fueron asesinadas de manera
sistemática e industrializada entre junio de 1940 y enero de 1945.
Niños y niñas, mujeres y hombres, en su mayoría judíos de diferentes nacionalidades, deportados, asesinados,
convertidos en esclavos, reducidos a un número, deshumanizados y
humillados.
El campo de
concentración de Auschwitz estaba formado por diversos campos de concentración
y exterminio de la Alemania nazi situado en los
territorios
polacos ocupados durante la Segunda Guerra Mundial.
En la puerta
de entrada se puede leer el lema en alemán Arbeit macht frei
(«El trabajo libera»).
La
exposición reúne más de 600 piezas
originales de gran valor histórico y humano. Pequeños objetos
personales de algunas de sus víctimas, elementos estructurales de aquel colosal
campo, documentación y material audiovisual inédito… Un riguroso y emotivo recorrido con un claro
objetivo: conocer de primera mano cómo pudo llegar a existir un lugar así y
cuáles fueron sus terribles consecuencias.
“Un pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla”
La
gran mayoría de objetos y el extenso material fotográfico y audiovisual
que componen la exposición no había sido
nunca mostrada al público.
En palabras del director del proyecto expositivo, Luis
Ferreiro, esta exposición ofrece “un viaje introspectivo por la
propia naturaleza del ser humano, experimentado a través de la historia dual del campo: Auschwitz
como un espacio físico y Auschwitz como símbolo y metáfora de la manifestación
sin fronteras de la barbarie humana”.
Redactado por Irene Romero.
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