Comenzamos con el Convento
de San Agustín (queda constancia del paso de Fray Luis de León como
novicio), fue incendiado y destruido en la Guerra de la Independencia. Con
sus piedras se construyó el actual edificio junto al Castillo, donde se
encuentran el edificio de Correos y los Juzgados.
El Castillo del Condestable Dávalos, también conocido como Castillo de Don Álvaro de Luna o de la Triste
Condesa, se construye bajo los auspicios del buen condestable Ruy López
Dávalos. Incendiado el Castillo durante las diferentes guerras, se conserva
gran parte de este. De ahí el lema que aparece en el escudo de Arenas de San
Pedro “Siempre incendiada y siempre fiel”. Sirvió de prisión y de cementerio.
Palacio Real de Don
Luis de Borbón y Farnesi. El Infante Don Luis Antonio de Borbón mandó
edificar este palacio al arquitecto Ventura Rodríguez.
El Santuario de San
Pedro de Alcántara, último convento que erigió el santo. Fray Pedro de
Alcántara mandó edificar un pequeño convento para que los frailes se dedicasen
a la contemplación y a la vida de penitencia.
La Plazuela de las Monjas Agustinas es una
plaza emblemática de Arenas. Se conserva la iglesia del derruido convento de
las Madres Agustinas.
Puente Aquelcabos. Aunque
algunos letreros lo denominan "puente romano", se trata de un puente
medieval. Tuvo que erigirse entre los siglos XIV y XV, al pasar la villa a
tener carácter señorial pues, como se cobraba pontazgo, era una fuente de
ingresos para el señor.
Grutas del Águila. Las grutas de formación caliza cristalina,
probablemente de origen marino, y que quedaron aisladas en una zona granítica
mucho más joven, se remontan a unos 50 millones de años. La iluminación de que
se ha dotado a estas Cuevas del Águila las convierte en una de las más
sorprendentes maravillas de España
¡Espero que os haya gustado!
Redactado por Irene Romero.
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