El alumnado que, por razones de salud, debe estar hospitalizado, convaleciente, se encuentra en una situación de desventaja dentro de nuestro sistema educativo. Tal y como refleja el artículo 27 de la Constitución española, todos tenemos derecho a la educación. Asimismo, ha de asegurar el desarrollo integral del alumnado. Ante esta situación, para que todos puedan recibir una formación de calidad, los sistemas educativos están obligados a dar respuestas a las demandas sociales, han de ser capaces de satisfacer las necesidades de la población. Particularmente las posibles alteraciones emocionales y su imposibilidad de ir al centro educativo por parte de los niños y niñas, durante su permanencia en las instalaciones hospitalarias, pueden ser el origen de un cierto retraso escolar. Por tanto, estos alumnos necesitan una asistencia educativa específica en relación a las necesidades que cada uno manifieste.
Para comenzar, las aulas hospitalarias son unidades escolares creadas en los hospitales cuyo objetivo es la atención escolar a niños y adolescentes hospitalizados. De primeras es un concepto de colegio que consta de un aula física donde acuden los niños que pueden moverse, que pueden llegar hasta allí por sí solos; o bien cuando el niño o niña no puede acudir al aula física por cualquier circunstancia, son los profesores y profesoras quienes acuden a la habitación del alumno. La pedagogía hospitalaria está constituida por profesionales que abarcan diversas ramas de la educación tanto obligatoria como no obligatoria, por lo que incluye educación infantil y bachillerato.
La metodología característica que se utiliza es conocida como metodología de resiliencia partiendo de las capacidades, no de las deficiencias. Es aquella capacidad de las personas para afrontar situaciones adversas. Una situación adversa es una situación de enfermedad. Lo único importante de esto es que debemos partir de lo que tenemos y seguir creciendo, seguir con esperanza, mirando hacia delante. Por establecer cierto símil, la resiliencia puede ser como la cuerda que te tira alguien para salir de un pozo en el que me estoy ahogando.
Para empezar a trabajar con los alumnos, lo primero que hacen es abrir un expediente donde toman nota sobre los datos académicos del alumno en cuestión. Si el alumno permanece más de una semana hospitalizado, se ponen en contacto con los centros de referencia o con los demás dispositivos, en función de donde volverá el niño tras su hospitalización. Por otra parte, siempre hay una base en las aulas hospitalarias, el currículo, y desde esta metodología tratan de solucionar aspectos cognitivos y emocionales. Es muy importante mejorar su autoestima y aliviar sus preocupaciones pues abarca una etapa del desarrollo evolutivo, desde los 3-18años, donde los problemas y preocupaciones los expresan de muchas maneras y el encuentro con el otro, que es el profesor, el cara a cara, desde la normalidad de su vida pues alivia esta situación de estrés que pueden padecer. También aprenden a superar sus miedos.
Es fundamental la aceptación individual de cada uno de los alumnos y reconocer siempre sus logros personales y recursos académicos. Todos los alumnos tienen algo, son algo y pueden hacer algo. En el aula hospitalaria hay una relación personal-afectiva estrecha, hay un encuentro con el otro, hay un tú a tú, hay humor, hay demasiadas cosas, pero sobre todo ayuda a descubrir el sentido de la vida. También es el aula de la atención a la diversidad, que tanto nombre pone a esta asignatura. Lleva a cabo un modelo educativo en el que predomina la afectividad, la confianza, donde cada persona es aceptada y existe una atención individualizada desarrollando un sentido ético, lo cual es muy relevante en la sociedad en la que vivimos.
Personalmente desconocía este servicio pedagógico dentro de los hospitales pero me encantaría poder vivirlo desde dentro. Soy una persona con demasiada empatía y me encanta ayudar a las personas, por lo que es muy probable que en un futuro forme parte de ese equipo.
Jose María Bustos.
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